viernes, 24 de abril de 2020

Los territorios de Pedro y Leon

II

Pedro, Joven de 25 años mide 175 que vive del dia a dia con pocos trabajos fijos, muy tonificado con color de piel moreno rojo arcilla, como el de los auténticos nativos norteamericanos, ojos muy claros color miel, cabello castaño claro casi dorado oscuro muy brillante, si tiene la necesidad, roba, pero luego intenta devolver lo que ha robado, aunque pocas veces lo ha logrado por el déficit de dinero en el que permanece, a veces pareciera a voluntad. Hay un lugar donde siempre es seguro conseguir para comer, es bajando bultos en el principal centro centro de distribución de abastos de la ciudad; considera que el es apto, tiene la fuerza y habilidad de sus músculos, no grandes pero se ven bien y funcionan bien, le parece cómodo labora sin zapatos, sin camiseta y con un jogger corto siempre limpio qué le regalo un residente de un suburbio. 


Es muy temperamental, intenta que los demás le teman, y si no hay como obtener dinero, hace malabares con fuego, lo que lo mantiene mínimamente nutrido, además hace uso del servicio de algunas casas de beneficencia para personas sin hogar que se ocupan de alimentar a personas sin recursos, realmente no es un indigente, no es un hombre de la calle, el sabe lo que hace y por qué lo hace, tiene un tatuaje en el rostro que lo hace ver vulnerable, los triángulos de un payaso en una mejilla, en la protuberancia cigomática y arriba de la ceja izquierda, se los hicieron sin su consentimiento algún dia que estuvo inconsciente por beber alcohol o lejos, usar clonazepam, él no es tonto, pero no lo recuerda, eso no le gusta, y aunque es sumamente atractivo, piensa que su belleza fue masacrada el dia que lo tatuaron, algunos piensan que esto fue lo que lo alejó de la realidad y por eso actúa mas rudo de lo que en realidad es, el olor a gasolina es fuerte cuando uno se le acerca algunos piensan que el combustible es aquello que lo psicotiza y lo desorienta , probablemente por el contacto con el plomo de la gasolina de baja calidad que usa para crear fuego, un así, el hombre no deja de ser encantador y además un erudito en sus temas de tertulia, al menos hasta que le “estalla” la gasolina en su cabeza.



León, policía de 37 años mide 180 cabello muy rubio como de surfista, él procura que se mantenga muy claro exponiendolo al sol y desgastando con las manos, es muy  liso y le tapa el rostro a menudo, más largo adelante que atras no muestra mucho su edad, cuerpo bien formado pero no descomunal, siempre erguido, solo cuando tiene puesto el uniforme se ve un poco mayor, su cuerpo es definido y compacto, lo único que hace fuera del trabajo es practicar varias artes marciales y hacer ejercicio en parques públicos, aprendiendo del comportamiento del ciudadano común, y los de riesgo, como el suele llamar al arquetipo de sujeto conflictivo, es muy ilustrado de esas personas que hablan muy bien y saben muchas cosas, un caballero, confiable, pero sabe ocultar la verdad sin decir mentiras, vive solo, y casi no pasa tiempo en casa, casi nunca está cansado le gusta mucho el café y las bebidas energéticas, siempre todo, sin azúcar, “corroe la perspicacia” siempre dice.






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----- Un momento, me iba a besar? ---- le dijo el afable juglar a León con una pequeña sonrisa encantadora, pero no encantadora para el policía, mirándolo con incredulidad entrecerrando los ojos, mismos ojos que León a su vez mira sin parpadear y sin demostrar el más mínimo asombro, --le miraba el tatuaje, le respondió sin sobresalto -- siempre haciendo gala de su caos interior? pensaba lo desequilibrado que debió estar quien le hizo la la canallada-- esto hizo desaparecer la sonrisa del rostro de Pedro, simétrico y muy estético ---pero de todas sus brillantes  ideas--, continuó, --- ahora tiene está, en realidad no me asombra, entiendo que nunca piensa más de una vez lo que quiere decir, nunca filtra la información que su cerebro hiperestimulado hace sentir a su cuerpo torpe -- diciendo esto para aumentar el desagrado de Pedro quien se considera muy hábil con el fuego y con sus propios músculos, articulaciones, manos y pies y entre otras cosas, pocos habían escuchado de su boca y de uno de sus allegados, que era graduado en ingeniería ambiental y fue estudiante de postgrado en ingeniería biomédica, cierto o no, León lo había escuchado, se lo dijo a primera vez que se conocieron, ese dia Pedro intentó amedrentar a León que iba sin uniforme, enfrente del minimercado de la esquina, donde se encontraban ahora, al ver que el solo respondió compartiendo una de sus bebidas energéticas, a pesar de su clara hiperactividad, se sintió seguro y tranquilo, como en casa.  León de alguna manera creía que él era de verdad ingeniero, se notaba en su asombroso vocabulario y conocimientos de bioquímica que deleitaron a León quien por su entrenamiento en tóxicos y neurofisiología sabía del tema, además, se sentía extrañamente y muy incómodamente conectado a Pedro, para él, era verdad lo que decía, solo sentía que algo estaba bien, que en el fondo Pedro estaba bien, y se parecía a él, se sentía como un hogar, ahí en la calle, no como en casa, que estaba solo, cómodo pero sólo, no toleraba a nadie y nadie lo toleraba. Todo esto fue antes que el juglar lo viera entrenando, y lo viera en uniforme, y todo esto antes que el policía lo viera a el errante en la calle, expresándose con vocabulario tosco y grosero de indigente, desequilibrado y asustando a los transeúntes, no haciendo fuego, no haciendo arte, solo, errante.


--- juro que queria besarme, le replicó el mal bronceado joven, eso no importa, no me gustan los hombres, ni los policias, abusa de su poder señor Bruce Lee, --  así le llamaban los habitantes de la calle y trabajadores informales de la zona al verlo visto entrenar sus complicados y coreografiados movimientos que combinaban varias artes marciales incluyendo el uso de objetos cotidianos como distractores, para ellos eran armas, Leon jamás ha hecho daño a un ser vivo, alguna vez se vio obligado a reaccionar contra un ser humano para defenderse o inmovilizar frente a un ataque inminente, esto no era frecuente, pero a los ojos de un grupo de personas continuamente abusados por la autoridad, eran potenciales armas, y podrían ser usadas contra ellos.


---  -No me siento confortable al lado de personas desaliñadas, se que si a esta hora aún no ha hecho algo malo, es que lo va hacer mas tarde, y sabe que lo voy a atrapar, pero, permítame ser menos severo, ud es pesado, como el plomo de su gasolina, su estructura de pensamiento es irreal y es raro, eso lo hace poco confiable e impredecible, también es cínico y eso lo hace peligroso, no tengo suficiente evidencia, pero se que es ladrón, lo analizo continuamente y se como piensa dentro de su desorden de vida se como se mueve y cómo actúa, qué ropa usa, donde trabaja cuando no está quemando su cerebro así como quema combustible, se que debo atraparlo, se que es de los mejores.  Quiero darle un ejemplo Pedro; solo a usted, se le ha ocurrido devolver lo que roba con una nota pidiendo disculpas, y el papel apestando a gasolina--


Pedro sin dejar de mirar los ojos negros de León, gira un poco la cabeza y hace aparecer de nuevo una pequeña sonrisa perspicaz --- ud me ama cierto? le repito que aunque sea una persona muy atractiva, no deja de ser un policía, y un hombre, y aunque si tuve un impulso de abrazarlo, fue por la alegría de verlo en la zona, es la infinita gratitud en mi alma la cual no le niego a ningún ser, dijo en tono afable y sonriente, creo que la gente se porta mejor cuando lo ven llegar, pero también creo que mi corazón se expresa de manera diferente a el suyo, como dice, usted mismo, “Pedrito ud no sabe controlar lo que siente” --- esto lo dijo tratando de imitar a León y por supuesto añadiendo el diminutivo a su nombre que el atlético y galante policía jamás usaría con ninguna persona y menos con él, y luego, agrandó su excepcional sonrisa que dejó ver dientes completos y blancos, bien cuidados, dando una pista sobre el pasado de Pedro,quien al parecer alguna vez tuvo hábitos de higiene y autocuidado que la calle ni la gasolina ni otros tóxicos, personas o sustancias, han podido borrar de su instinto, y aun lo conserva, probablemente dentro de sus posesiones debe haber un cepillo dental y crema dental, tal vez robados o regalados.


León lo mira y piensa que esa es una de las razones más fuertes para no abrazarlo, o besarlo, eso y el olor estridente a gasolina y sudor que emana ese ser humano -- “Dios” -- pensó molesto, -- “no puedo creer que siquiera tome en cuenta esa locura para reforzar mi argumento”---- Sabe le dijo, -- su hedor a gasolina es asfixiante, y solo encuentro razones para no abrazarlo --- En ese momento León pensó,    --- “casi digo lo que pensé sobre besarlo, después de mi cátedra de pensar antes de hablar, bien echo León, la primera incongruencia del dia, y antes de almorzar, este hombre enserio me irrita, y me desagrada, me hace pensar estupideces” --   Leon suele ser muy duro con el mismo, su estructura moral es muy fuerte, y tiene códigos de conducta que no rompe, entre esos es demostrar vulnerabilidad o afectó, menos a las personas de riesgo social como Pedro.   En ese preciso momento, en medio del pensamiento de León, el rostro de Pedro cambio de expresión a una de asombro, mirando hacia arriba enfocando detrás de León y con fuerza abalanzándose hacia el, cayendo con el a un lado del andén en un abrazo violento y evitando que fuera golpeado por una proyección biometalica de una gran criatura que se formaba usando el metal de los autos cercanos, Pedro cayó pesadamente al suelo aferrado a León, llevando el peso del cuerpo del policía junto con el peso de su uniforme, esto lo hizo sentir un terrible dolor en su caja torácica. levantó polvo al caer y se golpeó en la parte posterior de la cabeza rebotando una vez contra el suelo y  comenzó a toser tratando de recuperar el aliento se quedó mirando la criatura en medio del caos mientras está crecía y se definía en una masa iridiscente grisácea, cubierta de escamas de diferentes tamaños donde se distinguía la pintura de diferentes colores de todos los autos combinado con la tierra y material del subsuelo que asimilo para formarse a ella misma, ya casi de 9 metros, dividió la punta en 4 partes soltando un grito que parecía de un coro de humanos de diferente edad y género sintiendo el peor dolor que un ser humano pueda soportar. Pedro aun abrazaba con fuerza el cuerpo sucio de su nemesis, tosio otro par de veces para terminar de reincorporarse, sonrió y se quedo viendo el rostro de León diciéndole con una sonrisa -- creo que voy a besarte Bruce Lee-- León quien miraba hacia atrás, sobre el hombro, distinguiendo en medio del polvo y el desastre, lo que alcanzaba de la criatura, giró su rostro hacia abajo buscando confirmar la integridad de su inesperado protector, encontrando a un polvoriento y despeinado Pedro, al dirigir su mirada hacia el, hizo que los mechones del frente de todo su cabello pálido quedará entre los dos rostros, no puede evitar sonreír al escucharlo y confirmar que está bien, y través de los mechones de pelo mira el tatuaje de payaso debajo de uno de los ojos color ocre brillante cubierto de polvo y le dice, -- que payaso, a ud no le gustan los hombres-- La criatura grita haciendo que los cristales se rompan de manera violenta!, León Levanta con toda su fuerza  a Pedro, zarandeándolo con gran impacto, jalándolo de la camisa sin mangas, sucia apestosa y color verde oliva, evitando ahora, que una proyección biometalica lejos de la vista del juglar, le perforara la cabeza haciéndolo girar sobre él y cayendo con todo el peso del el joven encima, quitándole el aire, lastimandolo en la caja torácica y haciéndolo toser en un intento para recuperar el aliento con la cabeza de pedro inconsciente, sobre su hombro dislocado.








jueves, 28 de noviembre de 2019

Oliver y Thomas

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Oliver: Uno de los técnicos de la plataforma de extracción de plástico que se puede ver en el horizonte desde la bahía, es un adulto joven de 23 años, estatura de 176, el trabajo fįsico lo había mantenido delgado y tonificado, trotaba alrededor de la alta torre que se elevaba en medio de las placas de metal que formaban el suelo, también usaba uno de esos gimnasios adecuado en un intento para que los trabajadores mantengan su salud, ocupen su escaso tiempo libre y el aislamiento no los enloquezca, ellos no visitaban tierra firme durante 15 hasta 160 días; mantiene algunos rasgos adolescentes, es pelirojo, con los brazos el cuello y el rostro quemados por el sol, el resto del cuerpo color marfil, es un ser alegre y de alguna manera más inteligente que un hombre de su misma edad, solo estudio los 2 años requeridos para trabajar en la plataforma, se consideraba una persona feliz, es efusivo y explosivo, con gran sentido de la hermandad y el deber, muy emocional y carismático, con abundante autoestima, lo creen egocéntrico pero en realidad, es muy humilde, solo que no entiende bien el concepto de modestia.

Thomas: Adulto de 30 años, es un granjero de los campos de maíz mutado, la cepa 011-plus v.2.35 había invertido hace 8 años lo poco que había ahorrado durante el tiempo que estuvo en el ejército, lo hizo en una granja con algunas hectáreas que reciben bonificación por cultivar en especial este tipo de maíz, por ser ecológicamente de gran impacto para los demás campos, osea, los muta, mide 178 tiene cabello rubio oscuro, ondulado, más largo adelante que atras, siempre usa una gorra la cual hace que su mirada luzca más seria de lo que es, a veces es roja, a veces es verde oliva otras veces azul rey, y de un material inteligente, también suele usar un sombrero de vaquero blanco y pocas veces otro de cuero marrón de una marca enterrada en el pasado capitalista de la tierra. (Louis Vuitton) es muy inteligente pero aprende despacio, muy hábil para los deportes, le gusta bailar pero no le gusta hacerlo en público o que lo observen hacerlo, controla muy bien sus emociones, siempre conserva la calma, piensa antes de actuar, y siempre camina erguido levantando un poco el rostro para ver debajo de la visera de la gorra, o de el sombrero, esto le da un porte elegante que contrasta de manera especial y única con su ropa de de jornalero.



II


Ese día hubo poco sol, Thomas se acercó al pórtico de la casa de la granja y vio un hombre corriendo hacia él, a través del camino que lleva de la entrada hacia el jardín, levantaba polvo como un tractor a toda su potencia, sin desviar la mirada, se armó con su escopeta de dos cañones, y mientras la cargaba, Oliver se acercaba rápidamente. Thomas siempre a sido una persona apaciguada, no por ser lento o torpe, es solo que le gusta entender qué sucede antes de actuar, aquel hombre venía evitando con toda su valentía, y fuerza, ser atrapado por las criaturas torpes, él las llamaba así desde la primera vez que vio una atrapando a un ser humano incauto, salen del suelo, toman alguna forma enorme y caen pesadamente sobre la víctima, emitiendo al mismo tiempo un sonido aterrador que recuerda los gritos de muchos desgraciados siendo torturados al mismo tiempo en una caverna, a lo mejor son ecos de las voces de quienes a engullido, Oliver no quería ser uno de ellos, Thomas había intuido que las criaturas usaban la luz del sol, a veces parecía que usaran cualquier tipo de luz, sabía que se movían a veces como un solo ser, y en otras ocasiones como muchos individuos, cada uno con su propio albedrío, salían de la tierra sin desprenderse de ella, y atrapaban seres humanos, pero, solo seres humanos, no atacaban aves, insectos u algún otro mamífero, por decir un gato o una zarigüeya, no, sólo cazaban humanos; estos en particular daban “palmadas” contra el suelo, tomaban forma de una mano monstruosa de seis o siete dedos usaban metal, rocas, y restos bioløgicos para autocrearse y en lo que seria la palma, se formaba una boca, aquellas fauces estaban llenas de múltiples piezas que se asemejan a dientes humanos y colmillos de animales, espinas de cardos, afiladas, orientadas hacia la luz del orificio el cual se movía frenéticamente exigiendo se le satisfará de inmediato, ek coorbdek montruo su color era iridiscente, oscuro como guano de murcielago, pero brillante, y entre todo lo aterrador, estaba el estruendo agónico que se podía escuchar cuando caían, gritos mal aprendidos de víctimas previas.  Oliver corría con toda su alma y espíritu, difícilmente podía  adelantar la caída pesada de estos seres, completamente decidido a no terminar como los demás técnicos de la torre de extracción de plástico que se veía al este de la granja de Oliver, sobre ese mar rosado calmo he intimidante.  La genialidad de Thomas lo llevó a deducir que se movían debajo de la tierra, a través de las cavidades que remanecían entre los escombros metálicos, electrónicos y de otra índole de la que estaban hechos los subsuelos de la mayoría de los predios rurales, llamados eco amigables y reciclados, lo eco, era la basura debajo y lo reciclado, era la tierra saturada de cócteles químicos y pocos humanos sabrán mas de qué otra ciencia y tecnología fuere usada en ella, que le permite el crecimiento de algunas cosechas precodificadas para crecer solo en ese tipo de suelos, tierras prefabricadas, semillas específicas, obsolescencia programada de vieja guardia.  Faltaban unos metros para que Oliver, llegara donde estaba Thomas, y ya cerca, de manera fugaz, algunas proyecciones como tentáculos, o brazos, salidos de esa encarnación de la madre de todo el sufrimiento humano, se aferran a los tobillos de oliver desgarrándose inmediatamente por l
a la fuerza que él hacía al correr, uno tras otro, insistentes, parecían infinitos, y se lanzaban infinitas veces, ya muy cerca de las escaleras del pórtico, vio el polvo movièdose, como si tiempo se estuviera enlenteciendo, y a Thomas levantando su escopeta con una sola mano, quien inmediatamenten agarrò con fuerza su camisa arrojándolo hacia èl pòrtico y apuntando a una gran y pesada proyección de esa gran criatura que había salido casi al frente a Oliver y usando un apéndice como un brazo, como hecho de un teratoma disecado, agarró su muslo, Thomas disparo muy cerca del tobillo y el pedazo de criatura, casi tocando con el cañón ese tejido raro metaloide inde1scriptible, liberandolo, el monstruo dejó escapar un estruendoso chillido, resonó a la par de Oliver estrellándose contra la puerta de la casa con la fuerza del brazo ágil de Thomas, la criatura sacó una segunda masa llena de dientes y más grande que la primera a un lado, de las escaleras sobre el jardín, engullendo flores y rocas, tomándolas como parte de su forma, abduciendolas, por último detrás de estas dos, una gran cabeza con un cuello largo, sin ojos pero orificios a cada lado, en 6 lados, y un orificio en la corona de esta cabeza, que profería gritos agudos en asincronia con los gritos graves y desesperados de las otras bocas adelante de esta, otros ruidos similares a gritos humanos de las bocas pequeñas atrás, hacían coro, aparecían como las olas sobre el mar, siguiendo lo que fue el camino que corrió Oliver. Thomas no tuvo que disparar de nuevo, la criatura cambio de color en su base y dejó ver lo que parecían escamas igualmente iridiscentes como toda su apariencia, y se fue cubriendo de ellas hasta tapizarse totalmente a sí misma luego comenzó a desaparecer, toda la masa disminuia de tamaño y al final la capa de este material terminaría formando lo que de nuevo era el suelo del frente de la granja, con todas sus partes, pero desordenadas, tal cual un niño intentara organizar sus juguetes, agotado después de jugar enérgicamente.

Thomas volvió a ver a Oliver, quien con su respiración agitada y ojos marrones abiertos, rostro lleno de polvo y tierra húmeda, asintió de manera agradecida, ninguno dijo nada, solo cuando Thomas entró en la casa antes arrojándole su pañoleta a Oliver diciéndole -- si no toca el piso de enfrente, eso no volverá a salir, al menos hasta la noche cuando todo es seguro de nuevo, esa cosa le tiene miedo a la oscuridad, --la ironía del universo en nuestra cara -- dijo para sí mismo en su mente, y entró en la casa, se detuvo un segundo para mirar las piernas de Oliver y decirle, “quitece los pantalones, estan mojados y aun tienen pedazos de eso” Oliver asustado y viendo al jornalero como ese ser heroico y reluciente que lo había salvado lleno aún de no expreso agradecimiento, se quitó los pantalones rápidamente con torpeza y terror lanzándolos al jardín en el que apareció un agujero que parecía más una herida tornasolada de dos metros de largo que los engullo como reclamando los restos de la monstruosidad adheridos aún a la tela.  Oliver miraba con terror como la tierra tomaba vida de nuevo, mientras Thomas inmutable e inexpresivo pensaba en cómo había acatado la orden que él acababa de darle de manera inmediata y sin pensar, se obligó una sonrisa ínfima, para sí mismo y en su mente “Hey! niño” llamó la atención de Oliver, “también tiene la camisa mojada, Oliver extendió la tela mirandola aterrado, pensando que también tuviera restos de la criatura se la quito e igualmente la lanzo al jardin que esta vez no respondió, Thomas pensó, --idiota-- la camisa solo estaba llena de sudor -- le dijo, tengo ropa adentro, está sucia, le debe quedar holgada, con eso se puede vestir, si es totalmente necesario, hizo una pausa, y se detuvo a detallar a un Oliver aterrado, hiperventilando, usando solo ropa interior, boxers cortos de tela camuflado militar marrón y botines de albañil de gamuza color mostaza, “los pantalones le quedaran ajustados en las pantorrillas” y bajo la mirada levantando una pierna hacia él, luego miró de nuevo a Oliver subió la escopeta al hombro, se acomodó la gorra y entró a casa dejando al técnico en el suelo incrédulo que lo que mojaba su torso y pecho era solo sudor y no fluidos del monstruo, dirigió su mirada al horizonte, y vio la silueta de su plataforma de extracción, y como el sol estaba ya ocultándose, el mar se veía color fucsia pálido, era la hora mágica, cuando se entrelaza el tiempo, así la llamaban los antiguos habitantes de la desaparecida isla de Japón, miró hacia la puerta buscando a Thomas y se levanto de inmediato, en pantaloncillos y haciendo sonar las tablas del pórtico con los pezados botines, detuvo la puerta y detecto un olor a vainilla y palo santo, tierra seca, pensó, --galletas?-- y entró a la casa siguiendo al displicente granjero.

OMAR CHAVES VITERI
Colombia
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